miércoles, 29 de enero de 2014

A Cristofer

Bueno, hoy me toca la difícil tarea de escribir para una persona en concreto. Ya me vale, acostumbrado a intentar agradar a una afición entera cada fin de semana y cuando se trata de una sola persona los recuerdos me secuestran las palabras.

Para los que no lo sepáis, hace menos de un año que le conozco. Han pasado muchas cosas, es cierto, pero fue el pasado abril cuando, en un intento por conocer a los acompañantes de un posible viaje a la tierra del pescaito frito, acabé encontrándome a un grupo de personas que me llevan acompañando más tiempo del entonces pensado en otro viaje aún más largo e imprevisible como es el de la vida.

Él fue y sigue siendo una de esas personas. Quizá no nos hemos visto todas las veces que hemos querido en estos meses, pero han sido suficientes para pasar unos momentos que más que agradables se convierten en memorables. Y esque, bajo esa gorra, esos pendientes, esa barba de tipo duro, ese gusto por Lil Wayne y el basket, por no hablar del fútbol, claro está, se esconde una persona que ningún espejo se esperaría reflejar. Su personalidad cercana hace que te sientas reconfortado en su compañía, depositando confianza en ti y haciendo que confíes en él, ayudándote con una atención y sinceridad envidiables en los momentos malos y transformando cada buen momento en el mejor.

Podría pararme a contar cada anécdota que compartimos en todas nuestras quedadas, ya sea solos o con el grupo, pero de poco iba a servir si no tenéis la oportunidad y placer de conocerle, ya que deberíais observarlo vosotros mismos.

Dejaré mil palabras en el tintero a las que pondré punto final con un tirón de orejas la próxima vez que te vea. Muy feliz cumpleaños, amigo. Disfruta de tu día, con su correspondiente celebración la semana que viene, y que nada ni nadie se molesten en estropeártelo.

Yes muy grande, Cristofer.

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