miércoles, 19 de febrero de 2014

7.

 En días como este en el que el sol inunda todo el techo, me pregunto si el verano no estará en medio de este febrero. Y llega luego julio y como si nada, deseando ya septiembre. Sin querer el mes de enero por su interminable cuesta o el caluroso agosto porque me lo paso en la ciudad. Viene junio con los exámenes para los que en mayo hay que estudiar. Pero qué frío está noviembre sin que octubre lo pudiese remediar; una gripe, tres días en cama y otra vuelta a empezar. Oh diciembre, entrañable y familiar; junto con marzo o abril, Semana Santa y a rezar.

Cualquier momento es bueno para soñar pero, entre sueño y sueño, procura disfrutar. De esa brizna de aire que acaricia tu rostro cuando miras hacia el mar. De un paseo sin la prisa de llegar a algún lugar. De un café sin motivo alguno, tan solo para hablar, de las cosas del día a día y sin nada que importar. De un abrazo o una mano que guíen el caminar, que sean tu fuerza y tu ventura, sean tus pasos al andar.

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